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Un sueño lúcido es cuando nos damos cuenta de que estamos soñando, sin embargo, cabe aclarar que hay
dos tipos de sueños en los cuales nos podemos dar cuenta que estamos soñando, que es el sueño lúcido y el viaje astral.
La diferencia radica en que, en un viaje astral, nuestra alma sale de nuestro cuerpo, pero sin perder el contacto con este,
pues existe un hilo de energía que evita que el alma se suelte del cuerpo. Está desde el sueño en que vemos nuestro cuerpo
en la cama y un momento después despertamos (signo de que tuvimos un viaje astral, aunque no lo recordamos del todo),
hasta el viaje astral inducido en el que nos damos cuenta de todo lo que sucede, y podemos desde visitar la casa de
los vecinos hasta viajar a otros planos astrales.
Por su parte, el sueño propiamente lúcido, es cuando nos damos cuenta de que estamos soñando, pero sin llegar al astral
y a diferencia del viaje astral, podemos modificarlo todo, crear escenarios, hacer aparecer a quien nos gusta, etcétera, como si se tratará de una especie de juego de realidad virtual, pero mejor.
Hay dos casos en los que se puede dar un sueño lúcido, que son:
Cuando estamos en un sueño y de pronto notamos que
algo no cuadra, algo que no corresponde con la realidad, entonces nos damos cuenta de que estamos dentro de un sueño,
pero además podemos modificar lo que sucede en él con solo imaginarlo o desearlo, aunque hay que cambiar cosa por
cosa, pues si tratamos de cambiarlo todo en un solo movimiento, despertaremos.
El otro caso es cuando llevamos a cabo una técnica para poder tener un sueño lúcido,
incluso hay muchas, pero generalmente funcionan algunas veces, pero luego ya no.
Sin embargo, aquí les mencionamos la técnica Nelamoxtli que funciona siempre:
• Lo primero es llevar a nuestro cuerpo al extremo del cansancio, lo más recomendable es hacer ejercicio durante horas,
si no nos es posible resistir tanto, hay que hacer algunas horas de ejercicio por la mañana y otras por la tarde; sumado a
trabajar doble turno, y por supuesto evitar siestas durante el día.
• Lo siguiente es dormirnos más tarde de lo habitual, y arreglárnoslas para despertar en la madrugada. Ya en ese
momento hay que acostarnos boca arriba, de preferencia con una almohada alta, para que nuestro cuerpo quede ligeramente
inclinado hacia arriba y en ese instante imaginarnos el escenario en que deseamos aparecer en el sueño (ya sea una playa,
conduciendo un auto de gama alta, en una ciudad antigua, etcétera), y volver a dormirnos en menos de un segundo, es decir,
despertamos de madrugada, nos acomodamos, imaginamos el escenario (una imagen rápida) y volvemos a dormir en menos
de un segundo, todo debe ser muy rápido (que es la parte más importante), y ya estamos ahí, nos daremos cuenta de que
estamos dentro de un sueño y podremos modificar lo que queramos.
En cuanto a recomendaciones, lo principal es no hacerlo diario, hay que dejar pasar al menos unos días, ya que
la técnica puede ser muy desgastante, pues debemos llevar a nuestro cuerpo al extremo del cansancio. En cuanto a
riesgos, durante el sueño, puede ser que alguien pudiera tratar de perjudicarnos con un ritual justamente en ese momento,
caso en que el sueño lúcido podría convertirse en una pesadilla lúcida, pero podemos colocar un vaso con agua limpia al
lado de la cama y hacerlo cuando ya haya luz de día (aunque la cortina esté cerrada, aunque si dejamos la cortina abierta,
solo hay que procurar que la luz no nos dé directo en el rostro, pues eso nos haría despertar). Y podemos hacer
la siguiente oración el día anterior (pero no en el momento preciso de entrar al sueño lúcido, pues perderíamos mucho
tiempo y ya no sería posible llevarlo a cabo).
Oh mi Dios
Tú que eres:
El amanecer y el atardecer
La noche y el día.
Te pido
Me permitas
Llevar a cabo un sueño lúcido
Y me protejas de cualquier peligro.
Que yo prometo ser siempre fiel
CONSULTAS GRATIS: nelamoxtli@outlook.com
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elamoxtli
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